¿Es hambre real o emocional?

Tenemos que aprender a identificar que existen diferentes tipos de hambre y de esta forma aprender a manejarlas.

¿Te reconoces en estos patrones?

• Sientes hambre a pesar de haber comido
• Cuando comes lo haces de forma impulsiva y prefieres dulces o alimentos salados (patatas fritas, embutidos…)
• No eres capaz de renunciar a picar algo de goloseo
• La hora de la cena se convierte en tu momento crítico a la hora de tomar buenas elecciones

Si te identificas con algo de esto es porque estás sufriendo el llamado hambre emocional.

En muchas ocasiones, permitimos que las emociones o estímulos se apoderen de nosotros y no somos conscientes de lo que estamos comiendo, ni siquiera de controlar la cantidad, llegando a sufrir los temidos atracones que tanto sentimiento de culpabilidad nos provocan.

Dejamos de ser capaz de dominar nuestras propias elecciones. El hambre emocional elimina tu libertad de elección consciente.

Especialmente en estos momentos, obligados a permanecer en casa, debido a la alerta sanitaria por el coronavirus, todo se hace más difícil porque nuestras emociones están a flor de piel.

Pero no desesperes, existen protocolos, “truquis” que nos funcionan muy bien y que pueden ayudarte. Uno de ellos es planificar muy bien qué vas a comer para que los propios alimentos con su carga de nutrientes ayuden a paliar tus emociones o angustias, ya os comenté cómo los omega3 de nueces y pescados azules, ayudan a equilibrarnos emocionalmente o como la fibra de las fresas nos mantienen saciadas.

Llena tu despensa de alimentos ricos en nutrientes y vacíos de aditivos que disparan el hambre emocional. Tu salud digestiva y tu objetivo en lograr tu peso ideal estarán mucho más cerca